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Caja de resistencia en el Gimnasio Social Sant Pau para mantener abiertas sus duchas solidarias en Barcelona

Casi una semana después de levantar la voz de alarma, el Gimnasio Social Sant Pau sigue sin ingresar la subvención del Ayuntamiento de Barcelona que le dé aire para continuar prestando sus duchas gratis a unas 200 personas, en especial las que subsisten sin techo en la ciudad, una de las razones que lo han convertido en un referente en Ciutat Vella. El concejal del distrito, Albert Batlle, aseguró que la ayuda de 200.000 euros pendiente de abonar podía desbloquearse “en pocos días”, pero el gimnasio ha advertido este miércoles que sigue sin saber cuándo recibirá el importe que el consistorio aprobó concederle hace meses. 

Además del riesgo de tener que cortar el grifo a usuarios que sobreviven en la calle, la entidad también se ve abocada a un ERTE, que llevaría a 12 empleados al paro en caso de que las finanzas del centro no reciban alivio en los próximos días. Ante el retraso en el pago del auxilio, el Gimnasio Social Sant Pau ha abierto una caja de resistencia para recibir donativos con los que subsistir mientras aguarda el cobro que el Ayuntamiento le adeuda.

El sr.@Albert_Batlle_B regidor de @Bcn_CiutatVella va dir dijous passat que en 48h això estaria resolt.
Saps que l'@bcn_ajuntament encara no ens ha pagat? pic.twitter.com/3iOMoOWfcf

— gimnassocialsantpaubarcelona (@gimsocsantpau) 25 de octubre de 2023
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Con los fondos que obtenga, el centro confía en mantener abiertas sus duchas a quienes no disponen de otra opción para asearse. La recaudación también se destinará a sufragar parte de las nóminas del personal y las cotizaciones a la Seguridad Social. El Sant Pau se compromete a devolver todas las donaciones cuando perciba la subvención municipal.  

El gimnasio explica que necesita 9.775 euros para no cortar el agua de las duchas solidarias. Su directora, Lara Cáceres, afirma que la entidad decidirá el próximo lunes qué hace con el servicio si por entonces no se ha desencallado la transferencia. “Dejamos estos días de margen. Hacemos la caja de resistencia para no llegar al 31 de octubre y no tener dinero para pagar a las trabajadoras y que, como mínimo, puedan pagar los gastos de primeros de mes”, comenta. Los grupos municipales de Junts y ERC tienen previsto interpelar sobre la cuestión al gobierno del PSC en el pleno del Ayuntamiento de este viernes.